
El 03/01/2017, el diario El Pulso nos regala un titular preocupante, nos dice: “La tendencia ‘pro operario’ de la Suprema que cambió las reglas del juego“. Para analizar dicho artículo vamos a explicar algunos conceptos y comentar lo que esta filial de Copesa (La Tercera-La Cuarta-Que Pasa, entre otros medios de comunicación) nos quiere decir.
El concepto “pro operario” es del tipo legal y se deriva de “In dubio pro operario“, que quiere decir “en la duda optar por el trabajador” en los juicios laborales. Cabe destacar que en la ley, las partes que se relacionan se supone que lo hacen en igualdad de condiciones, así, si yo quiero comprar una casa y tu quieres venderla, acordamos el precio, firmamos un contrato y queda hecha la transacción, sin embargo la ley entiende que en la relación laboral dicha equidad no existe, sabe que el empleador tiene “el sartén por el mango” y que el empleado es la parte débil de dicha relación, por ello acepta éste principio, en defensa de quien no está en igualdad de condiciones. Cabe destacar que éste principio del Derecho es aceptado en la mayoría de los países (incluido Chile).
Sabiendo ahora lo que es “pro operario”, veamos el artículo que queremos comentar. Nos dice:
“Tiembla el empresariado” ha sido una de las consignas levantadas por el mundo sindical en los últimos dos años, luego que la Cuarta Sala de la Corte Suprema, que resuelve materias laborales, diera un giro en 180 grados, volviendo a interpretar las normas usando el principio “pro operario” o “pro trabajador” del Derecho del Trabajo.
Las negrillas son nuestras, pero notemos que quienes escriben saben bien del principio antes señalado y nos dicen que la Corte Suprema vuelve a interpretar, después de dar un giro en 180 grados. Lo anterior es porque durante un tiempo, quienes conformaban la Cuarta Sala, que es la que ve juicios laborales, tenía una visión “pro empresario”, norma que no es un Principio del Derecho, al contrario, hace que la justicia se ponga del lado más fuerte generando un desequilibrio en la balanza, y el llanto que viene, del diario, es porque ahora los jueces han vuelto a nivelar la justicia.
Escritos como éste, en un diario económico que leen los empresarios y gerentes, es lo que hace más necesario la acción sindical, para poder pelear por los derechos de los trabajadores, porque podemos vislumbrar la generación de poder, el crear conciencia de clase que ellos realizan en favor de ellos mismos. Esto, que parece una acusación fuerte la podremos seguir observando en el artículo, por lo que vamos viendo.
Pero donde la instancia marcó un “remezón sin precedentes” que preocupa de sobre manera a los privados, pues podría incidir en un aumento de la conflictividad, fue en la validación del derecho a huelga de trabajadores fuera de un proceso de negociación colectiva reglada.
Nótese que aquí hablan de “aumento de conflictividad”, ¿qué es ello?, pues que los trabajadores no estén dispuestos a trabajar por migajas. Esa es la traducción para ellos. Si aceptamos trabajar por un plato de arroz, aunque existan 1000 sindicatos y múltiples principios “pro operario” y millones de acciones de la Dirección del Trabajo, no seríamos “conflictivos” sino “razonables”, pero, ¿queremos trabajar por un plato de arroz?, ¿queremos legar a nuestros hijos/as y nietos/as un mundo donde el sustento diario sea su máxima capacidad de vida? Por otro lado, notemos el lenguaje que utilizan: “podría incidir”, es decir, no hay nada fijo, utilizan un condicional del verbo poder. Ellos toman el peor escenario y buscan ponerse el parche antes de la herida. Desde el punto de vista de nosotros, los trabajadores, podemos señalar que si los empresarios aceptan nuestras demandas de mejoras, si respetan nuestros derechos fundamentales, podemos asegurar que su temor, la “conflictividad”, no se va a dar, pero ellos quieren pasar por arriba nuestro.
Decíamos que el diario no era equitativo, para no seguir ahondando, sólo diremos que en el artículo se consulta a los abogados Sergio Morales, Marcelo Albornoz, Enrique Munita y Zarko Luksic. Todos ellos eminentes “defensores” de empresas (luego, atacantes de trabajadores). No publican la opinión de Diego López, ni de Sergio Gamonal, ni José Luis Ugarte ni de Eduardo Caamaño, entre otros, abogados que defienden, en teoría o práctica, a defender a la parte más débil de la relación laboral, defienden al trabajador. Si el diario tuviese como objetivo tener una posición neutra tomaría en cuenta la visión del otro lado, sin embargo brilla por su ausencia demostrando que quieren volver a ver la justicia del lado del poderoso, esperando que el reemplazante del ministro Sergio Muñoz, en la Cuarta Sala, sea proclive a sus ideas, y generando ruido para que ello ocurra. Como lo dice Zarko Luksic, nosotros no podemos confiar que el Gobierno llene la vacante con un ministro que se adscriba al Principio del Derecho, sino uno que “ayude” a los poderosos. Esa es su lucha ahora, y nosotros estamos callados!!!!
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