A llorar todos

Ya fue aprobada la Reforma Laboral. Como ya se sabía, la derecha acudió al Tribunal Constitucional para reclamar contra algunos puntos. Nos decían, los acusadores, que era en defensa de los trabajadores, para que se respeten sus derechos. Se alegraron por el triunfo en algunos puntos (2) que tienen que ser eliminados. Hasta aquí, sólo alegría. Lo extraño es que no vimos trabajadores celebrando tan épico triunfo, paseamos por Plaza Italia en búsqueda de ellos, y no los vimos, fuimos a ver en TV, para saber donde festejaban y sólo vimos empresarios festejando. ¿Qué extraño? ¿Son tan generosos ellos que celebran una pérdida, pero un triunfo para sus trabajadores? Creo que no. Creo que la imagen muestra a quien defendieron, realmente, los senadores en su alegato. No hemos ganado nada, es más, si la famosa reforma no era buena antes, las pocas cosas rescatables para los trabajadores eran eliminadas, pero quienes sabíamos del tema no lo vimos con extrañeza (extraño fue ver que el gobierno creía que ganaría esos puntos, que ilusos) porque algunos quieren todo el poder y no ceder en nada, para ellos, negociar una reforma laboral es ganar en cosas que antes no habían pensado, quitando derechos obtenidos por los trabajadores.

Pero ahora viene la segunda parte, veamos.

El Gobierno dijo que, como no pueden aplicar dos puntos que favorecían a los trabajadores, vetaban dos puntos que favorecían a los empresarios (ésto es raro, hasta ahora sólo habíamos escuchado que la Reforma era todo para los sindicatos, nada para el pobre empresariado), y, en forma inmediata hemos visto las críticas a dichos vetos. La prensa nos muestra a varios analistas que critican dichos vetos (por cierto, muy imparciales ellos); y empieza el lavado de cerebro, el cambiar la realidad…

Nuevamente vemos a esos esforzados empresarios defendiendo a los trabajadores. Que con los vetos pierden los trabajadores y ellos eso no lo aceptan. Que se retiren dichos vetos es su consigna única, y, con el apoyo de la prensa, viene el plantear un nuevo paradigma, una versión diferente, generar una realidad paralela que, poco a poco, la dejarán como la verdad oficial. Para poder visualizar esto veamos las declaraciones en el curso del tiempo:

  • El discurso de la Presidenta indicaba que se quería potenciar a los sindicatos en la reforma (queda la idea que todo jugaba a favor de ellos).
  • Los empresarios reclaman que sus posturas no son tomadas en cuenta.
  • Gobierno habla de una reforma equilibrada (mientras, los empresarios continúan reclamando que no los escuchan)
  • El Gobierno celebra haber logrado una reforma equilibrada (los empresarios siguen llorando).
  • El Gobierno señala que, ya que el TC eliminó dos puntos pro trabajadores, para volver a nivelar se realizarán los cambios necesarios para mantener el equilibrio (los empresarios festejan, pero luego señalan que no se debería tocar lo ya aprobado).
  • El Gobierno veta dos artículos que favorecían a empresarios (los empresarios se quejan y sigue el llanto).
  • Empresarios hablan de que se eliminaron los dos únicos puntos que eran buenos (antes de esto señalaban que todos los puntos eran para los sindicatos, y continúan llorando).
  • La CPC solicita que se reincorpore los pactos de adaptabilidad, donde se debe notar que los empresarios, aquí, señalan que ellos están peleando por un beneficio para los trabajadores, no para ellos cuando señalan:

“Lamentamos que el gobierno haya optado por vetar artículos que iban en directo beneficio de los trabajadores y del buen funcionamiento de las empresas”

  • Los empresarios acusan de “revanchismo” (ver aquí). Ya no es equilibrar una ley, sino una actitud infantil de revanchismo.
  • Y ya, como extremo, para equiparar la cancha que está pro trabajador, se deben eliminar los vetos (si, los mismos que se hicieron para equiparar la cancha porque se habían eliminado artículos pro trabajadores, ahora han pasado al otro lado!!). Si cree que exageramos mire aquí, donde dice “permitiría al gobierno reponer los pactos para jornadas, horas extraordinarias y jornadas pasivas, en la ley corta que enviará pronto al Congreso, para ‘equilibrar’ la reforma laboral”

Hemos vuelto al primer punto, nuestros nobles empresarios, luchando contra sus intereses, quieren darle todo a los trabajadores, y, si no les hacen caso, nos señalan que vendrán las penas del infierno, las empresas quebrarán, etc.

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