Partimos mal!

El 28 de Abril de 2017 la empresa, saltándose todo tipo de diálogo con los sindicatos (que es lo que llevó a generar los Servicios Mínimos (SSMM) en la Reforma Laboral), presentó su solicitud a la Dirección del Trabajo (DT) el último día que tenían para realizar el trámite completo, pidiendo varias personas. Esto retrasó, la Negociación Colectiva del Sindicato 1, por casi dos meses.

Tuvo que dar respuesta, entonces, la DT a la solicitud de una de las partes. Según lo que señala la ley, el acuerdo de SSMM se hace entre la empresa con todos los sindicatos que allí existen. Después de tomarse el tiempo legal, la DT emitió su fallo señalando, en su informe, que la Isapre no tiene servicios mínimos. Al fin allí el Sindicato 1 pudo negociar, y los otros dos quedamos con una norma que señalaba que no existían estos servicios. Pensábamos que el asunto estaba zanjado.

Tipo Octubre o Noviembre, en una reunión con la empresa para ver variadas cosas y problemas que se dan en el día a día, al finalizar la reunión, y como que no quiere la cosa, nos pidieron que evaluáramos, como directiva, tener un acuerdo que permita, a la empresa, poder cumplir ciertas tareas en caso de una eventual huelga. Frente a dicha solicitud, inmediátamente la directiva replicó solicitando cantidad de personas y las funciones que realizarían. Ésta fue nuestra primera apertura al tema. Pasó el tiempo y no tuvimos respuesta de la empresa. Según la ley, esto debe ser conversado 180 días antes del término del Contrato Colectivo, pero la empresa, siendo la interesada en el tema, nada señaló y el tiempo legal, lo perdió.

En Enero, ya fuera de plazo legal, volvieron a la carga, acusando que no le habíamos contestado a su solicitud anterior, le dijimos que nosotros habiamos entregado respuesta y que eran ellos quienes no la habían señalado las cifras. Por lo anterior, quedaron en remitirnos los datos, cosa que realizaron días después y volvimos a responder en la forma más rápida posible, solicitando, a cambio de acceder, tener ciertos puntos del Contrato ya aprobados. Nuevamente la empresa dilató la respuesta.

Finalmente, ya en Marzo, y a dias de tener que presentar el proyecto, volvieron, una vez más, a la carga, le ofrecimos una negociación anticipada, donde ellos partían aceptando algunos puntos que para nosotros eran importantes. Nuevamente dilataron la respuesta, hasta que, al final,  gerenta de RRHH nos señaló que lo mejor era dejar el curso normal de la negociacion. Allí estábamos a una semana de que pudiesemos presentar el proyecto colectivo, y era la empresa quien había hecho gala de no querer dialogar. Encontramos que las palabras de la Gerenta de RRHH clarificaban el proceso y nos daban certeza de empezar una negociación limpia.

Sin embargo la historia no queda allí. Dado que nosotros, por ley, podíamos presentar el proyecto colectivo el día 2 de Abril, la empresa nos telefoneó el miercoles 28 para volver a abrir la puerta en lo de Servicios Mínimos. Allí le señalamos, basados en sus mismas palabras, que el tiempo ya se había agotado, que nuestra principal obligación era presentar el proyecto y que no podíamos perder el tiempo en conversaciones que ellos mismos, días atras, las habian cerrado. Allí quedó todo, señalaron entender nuestra posición y cortaron.

El martes 3 de Abril teníamos una reunión para ver un punto del Contrato Colectivo respecto al plan de salud con gente de Recursos Humanos y de Planes. Fue una reunión alegre, llegamos a acuerdo, estábamos todos felices. Pero llegaron donde estábamos reunidos la Comisión Negociadora en pleno, de la empresa, esto es, el fiscal, la gerenta de RRHH, el gerente de Finanzas y el gerente de Sucursales. Salieron de la sala la gente de la empresa que no son parte de la Comisión quedando la Directiva del Sindicato 3 y ellos. Allí nos señalaron que, en vista que no habíamos querido dialogar con ellos, se vieron en la “obligación” de pedir al nuevo Director del Trabajo que revisaran los Servicios Mínimos.

Si alguien estuvo por dialogar, ese fue el Sindicato. Si alguien puso seriedad y responsabilidad al asunto, fue el Sindicato. Sin embargo, quienes cerraban las puertas, ahora, nos acusaban de no querer dialogar.

Para entender que son los Servicios Mínimos, son aquellas personas que, en caso de huelga, deben trabajar. La Dirección del Trabajo había senalado que eran 0 (cero) personas, la ley dice que pueden ser cambiados cuando existan cambios profundos en la empresa. El argumento que el fiscal utilizó es que estamos en “tiempos mejores”, es decir, sólo hubo un cambio político como argumento, no existen cambios en la empresa.

Ahora presentamos nuestro proyecto, con la misma fuerza, convicción y ánimo a dialogar que antes. Esperamos que la empresa coloque el mismo empeño, y no nos vuelva a culpar de sus propias, y erradas, decisiones.

Maria Sonia Arriagada
Abril 9th, 2018 a las 1:55 pm

Que pena que sucedan estas cosas con mayor razón tenemos que estar unidos y no flaquear

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